Los estómagos

No tengo nada.
Sin ti alimentándome no tengo nada.
La tristeza ya no es bonita. La vida ya no es
injusta.
Quisiera parar el tiempo, acariciar las tumbas,
robar sus flores, pisar el musgo.
La tristeza ya no es bonita, es solo tristeza y
por eso hablamos con frases breves y oraciones
tiernas.
¿Salvará la ternura a los enfermos?

Pisad mi templo de huesos porque nada temo, porque no tengo más que huesos y un hipo sucio (ni siquiera el silencio se respeta, no hay homenaje para los enfermos).
Yo siempre he querido la salud pero nunca la he
encontrado

Todo está entre el pecho y la vagina. Todo lo

importante

Están por todas partes y nos mandan señales. El loco que llena páginas con monstruos. El monje que medita doce horas al día. El que tose. La que tatúa sirenas. El que entiende el océano. El que siempre nos guiñó.

Has llorado ¿cuánto queda?

¿Cómo se lla- ma la pastilla que me cura? ¿Cómo diablos os digo yo ahora adiós?

Ya no tenemos mar, pero tenemos voz

para inventarlo

Reinaldo Arenas

Escucho voces pero solo son moscas.

Hay mentira en las moscas.

Hay cosquillas si se posan en tu pecho.

Tu pecho que lamo.

Tu pecho repleto de vello familiar y bestia.

La araña

atrapa a la cucaracha y le hace un vestido de

huesos blancos.

Huyó la mariposa y teníamos hambre

por eso os asusta el color verde

por eso tiráis piedras a los árboles frutales

y amáis lo que es vuestro porque es solo vuestro

y amáis el silencio propio de la carne.