El puerto de Valparaíso tiene un poder magnético, una fuerza subyugadora para el artista q7ue pasea y recuerda. Valparaíso es como un talismán que posee un poder carismático en el que cada poeta ve reflejado su sentir y su tristeza: callejuelas empedradas, viejas casonas rodeadas de leyendas, palmeras sugerentes en los jardines de las casas del cerro Alegre, Reina Victoria o Placeres. Faroles, candiles, un charco de agua en la noche, viento norte de día domingo por la tarde, lluvia y un ascensor desocupado que sube y baja llevando y trayendo los sueños… Todo eso parece gustar e inspirar a los viajeros que descubren la ciudad en sus pequeños detalles y también a los que evocan Valparaíso desde la distancia y sueñan por las noches con sus trolleys, paseos y escalinatas.