Estamos en los años cincuenta, cuando la vida era más sencilla, la gente todavía creía en sus sueños y la familia constituía el núcleo de las relaciones humanas. El lugar es una pequeña ciudad del Medio Oeste. Allí, en una apacible avenida bordeada de árboles, un hogar feliz es destruido por la absurda muerte de una niña.