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Jean Meckert

Los golpes

  • Mi gato calculistahas quoted3 years ago
    Nos deshinchaban nuestra bella Revolución. Ahora les pedíamos a las «clases medias» que nos dieran permiso, derecho a existir, nos volvíamos pequeñitos y amables.
  • Mi gato calculistahas quoted3 years ago
    Pensamos que la mala fe tiene su origen en actitudes orgullosas. Creemos en la disciplina y en la laxitud.
  • Mi gato calculistahas quoted3 years ago
    Pensamos en la Libertad, más allá de un período de combate. Pensamos que los hombres no necesitan tantos honores colectivos, sino dignidad individual.
  • Mi gato calculistahas quoted3 years ago
    ¿Acaso es culpa nuestra si nos convertimos en el pedestal pasivo sobre el que se asienta la gran civilización, creyendo que nos fecunda con su pipí?
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    e moría de ganas de abandonarlo todo, como antes, e irme a donde fuera, ¡a tomar aire fresco!
    Pero me quedaba. Quería ganar un poco de tranquila y razonable felicidad.
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    Habría dado, sin pensarlo, la mitad de mi paga, e incluso toda entera, por tener una mujer en mi cama revuelta todas las noches. Una mujer a la que también pudiera hablar. Y que pudiera darme el placer de desvestirla cuando quisiera, hacerla bailar en mis brazos y oírla reír, una verdadera risa de mujer, para mí.
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    Pero, a mí, lo único que me interesaba de todo aquello era Paulette. Me podía privar de la carne y del vino peleón. El resto me importaba una mierda.
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    Poco a poco, fui adaptándome al oficio. Iba haciendo encargos. Parmain me aumentó el sueldo un día que estaba contento. En definitiva, no podía quejarme.
    Sin embargo, no era feliz. Estaba realmente harto de mi soledad. Me habría bastado con una putilla cualquiera para vivir bien.
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    Me sentó bien trabajar, volvía a estar alegre y sociable.
  • Paco Alex Ruizhas quoted3 years ago
    Necesitaba algo que me sacara del sucio agujero en el que estaba, cualquier cosa. Era una pequeña llama que se había encendido de nuevo y que me quemaba a conciencia.
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