El Canon Occidental

El arte es absolutamente inútil, según el sublime Oscar Wilde, que tenía razón en todo.

Si Dante hubiera sido más exacto, Virgilio estaría con el soberbio Farinata en el sexto círculo del infierno, reservado para los epicúreos y otros herejes.

La Venus de Virgilio, tal como señala Curtius, es mucho más una Artemisa o Diana que una Afrodita.

Suele señalarse a Virgilio como precursor de Dante, y si existe algún paralelo de Beatriz en la Eneida tiene que ser Venus.

Dante, más orgulloso que cualquiera de nosotros, aceptaría su cura sólo de Beatriz, y es a Beatriz a quien Dante reza.

Beatriz es el poema más que un personaje de él

Dante no es el primero ni el último gran poeta que insiste en que su invención fue el esclarecimiento de una visión.

En la Comedia, el orgullo de Dante le hace ascender hasta Beatriz, y aún más lejos.

En El paraíso perdido, el orgullo de Satán, aunque relacionado con el de Milton, provoca su caída.

Como mucho es aquello en que Curtius insistía tanto: el centro de una gnosis poética, de la visión de Dante.