Con su habitual brillantez expositiva y analítica, Vicente Palomera aborda en este libro las apasionantes historias particulares de esos pioneros y sus pacientes psicóticos, no solo remontándose a los orígenes del psicoanálisis sino también, y sobre todo, demostrando fehacientemente la vigencia y actualidad de la disciplina.
Del mismo modo que los primeros cartógrafos recorrían territorios ignotos para conocerlos y poder representarlos en los mapas, los pioneros que decidieron afrontar el tratamiento de la psicosis se adentraron por caminos desconocidos sin pretender nunca llegar a inexistentes destinos concretos, sino simplemente seguir adelante, progresando para ir un poco más allá. Esas rutas exploradas a veces tienen un trazado más claro y otras más borroso, y para avanzar por ellas hay que tener en cuenta que no están regidas por la «razón pura» kantiana, sino por la razón descubierta por Freud, una razón que incluye el inconsciente y el goce.