Cuando su novio la dejó plantada en el altar, Jessica Holcomb se refugió en la mansión que el marido de su difunta hermana tenía en una playa de California. Allí descubrió que Zane Williams, una superestrella del country, seguía bajo el peso de la devastadora pérdida de su esposa.
La repentina atracción que sintió Jess hacia Zane le pareció algo increíble, aunque más increíble fue que Zane se interesara por ella.