Las interpretaciones freudianas de estos temores, enfocadas en imágenes de fertilidad, feminidad y la tierra, en mi opinión no acaban de entender el punto y sólo pueden esgrimirse como argumentos reduccionistas. Los filósofos, escritores y artistas rara vez son seres humanos exitosos en lo emocional. Una conexión más interesante surge del hecho de que el miedo puede reconocerse como una sensación eminentemente espiritual. Aquí hay un lado más oscuro de la fe, si se quiere, pues ¿qué es la fe sino la creencia en aquello que no se puede demostrar ni racionalizar?