Las criaturas de Titán, la mayor de las lunas de Saturno, podían parecer humanas o no, a voluntad. El torneo elaborado en base a fantásticas partidas que deben ser jugadas con los pocos seres de la Tierra, supervivientes de la gran guerra sostenida, tenía un trágico carácter de traición, ya que, aunque la guerra había terminado en una partida en tablas, la sucesiva serie de partidas podía destruir la tregua concedida… y acabar con la Humanidad.