Recuerde el lector los experimentos de Harvard que invitaban a realizar la tarea que se estuviera haciendo en cuerpo y mente. Si barres, barre. Si lees, lee. Si escribes, escribe. Si sufres, sufre. Y si disfrutas, disfruta, se podía concluir de aquel estudio. Para ello el principal ingrediente es aprender a dar cuenta, reforzar en nuestro cerebro la red neuronal formada por la corteza cingulada anterior y la ínsula que actúan como una suerte de espejo en el que se mira el cerebro, y que según indican los estudios a veces ese cerebro queda empañado por la ensoñación o por la falta de costumbre de mirarse.