Una re-visión histórica consciente del Barroco, en tanto que periodo histórico en el que se afianzó un estilo particular y cierto conjunto de motivos y figuras llegaron a representar una estética particular, reconocerá que la «cosa» que percibimos como un objeto histórico remoto toma su forma en nuestro presente. Esto no quiere decir que no existiera en el pasado. Pero, por decirlo con una metáfora conceptual barroca, sólo nace, o más bien sale a la luz, es decir, se hace visible, a través de nuestro punto de vista, que está, a su vez, moldeado por ella, situado en ella. La «cosa» no puede existir fuera de «nosotros», lo que, en consecuencia, nos convierte, en cierta medida, en personas barrocas.