Estamos viviendo un despertar espiritual sin precedentes, y al mismo tiempo, un incremento de la presión económica sobre los recursos de las iglesias locales. La solución descansa en los hombros de los voluntarios talentosos de Dios. ¡Y ellos están listos para el reto! Una vez entrenados, motivados e inspirados, estos voluntarios tomarán nuevos niveles de responsabilidad en la iglesia local, creando una revolución voluntaria que transformará iglesias y comunidades.