A partir del año 2007, un grupo de investigadores de la Escuela de Psicología y de la Facultad de Teología de la Universidad Católica realizó un estudio con jóvenes desde el inicio al término de la vida universitaria, a fin de comprender mejor el proceso de transición a la vida adulta en la esfera de las identidades, creencias religiosas, políticas y sociales. El foco de este libro en la evolución de las identidades, creencias y prácticas religiosas de los jóvenes responde a la necesidad de analizar las preguntas centrales que se hacen acerca de la espiritualidad y del sentido de la vida, que han demostrados ser tópicos recurrentes de su experiencia vital.