No soy escritor. Es más, no quiero serlo». Por otra parte, tenía un compromiso consigo mismo y ya era inaplazable que le demostrara a Leopoldo Ralón que su vocación no era equivocada, que sí era escritor, y lo que era más, que sí quería serlo. Entonces fue cuando por primera vez pensó relatar la forma en que se determinó su entrada en la república literaria. Había acudido a su diario, y leído:
Martes 12
Hoy me levanté temprano, peno no me sucedió nada.
Miércoles 13
Anoche dormí toda la noche. Cuando me levanté estaba yoviendo, así que no tengo aventuras que anotar en mi querido diario. Solamente que como a las siete hubo temblor y todos salimos a la calle corriendo, pero como también hoy estaba lloviendo, nos mojamos un poco. Ahora, querido diario, te diga hasta mañana.
Viernes 15
Ayer se me olvidó apuntar mis aventuras, pero como no tuve ninguna aventura no importa. Ojalá que mañana consiga los cincuenta centavos, pues quiero ver una película que dicen que está muy bonita y el bandido muere al final buenas noches.
Sábado 16
Hoy en la mañana salí con un libro debajo del brazo para venderlo, a ver si así conseguía los cincuenta c. Ya hiba llegando cuando me encontré con don Jacinto, el señor que vibe aquí, y me dio mucha vergüenza porque él lee mucho, esto sí lo voy a poner porque es una aventura, cuando me vio el libro me dijo conque le gusta la literatura. A mí me dio mucha vergüenza y le dije «sí». Entonces me siguió preguntando y yo le seguí contestando. ¿Y le gusta escribir amiguito? Yo le dije sí todo el tiempo me estoy escribiendo. Y qué escribe poesías o cuentos. Cuentos. Me gustaría ver halgunos. Pero no, son muy malos apenas estoy empesando. Déjese de cosas no sea modesto, he notado en usted mucho talento y desde hace mucho tiempo lo vengo observando como que escribe mucho. Yo le dije que un poquito. ¿Cuándo me enseña uno? Cuando termine el que estoy haciendo. Debe ser muy bonito; está un poco regular. «Hoy mismo les contaré a todos en la mesa que entre nosotros hay un gran escritor innorado, a la hora de comer les dijo a todos en la mesa que yo era un escritor innorado» y a mí me dio mucha vergüenza y dije sí. Mañana voy a empesar a escribir un cuento, es fácil sólo tengo que imaginar una cosa y escribirla. Después la voy a pasar en limpio. No pude ver la película pero Juan me la contó toda desde la mitad porque llegó tarde, me dijo que al bandido lo matan al final.