Es exactamente lo que creía Hitler: el poder es la razón. Y en cuanto a Dios, es el más nazi de entre los nazis. El archihitleriano. Tiene más poder que nadie, así que tortura a todo el mundo. Ya ve, no soy un no creyente. La gehena existe, claro que sí. ¿Por qué la gente iba a sufrir solamente en la tierra? Son torturados en la otra vida también. Dios tiene su propio Treblinka, con demonios, trasgos, diablos y ángeles de la muerte. Queman a los pobres pecadores o los cuelgan de la lengua o de los pechos. Todos los detalles están ahí, en «La vara del castigo». Pero el paraíso no existe. En todo lo que tiene que ver con la muerte soy un verdadero hereje.