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Edgar Allan Poe

El corazón delator

  • Irlanda Sánchez Juárezhas quoted6 years ago
    ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos.
  • Daniela Vidalhas quoted7 years ago
    Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían.
  • Fernando Martinezhas quoted5 years ago
    ¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos?
  • emmamendozadioseshas quotedlast year
    Sonreí, pues… ¿qué tenía que temer?

    Como que muy confiado estás, talvez te delatas tú mismo

  • kab hmhas quotedlast year
    ¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos?
  • amaya Correahas quotedlast year
    mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.
  • Geovanni Romano Dominguezhas quoted2 years ago
    ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo?
  • b2214735592has quoted2 years ago
    La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.

    Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco.
  • 🕯La sociedad de los poetas muertos💔has quoted2 days ago
    -¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí… ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!
  • 🕯La sociedad de los poetas muertos💔has quoted2 days ago
    pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia… maldije… juré… Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto… más alto… más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían… y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces… otra vez… escuchen… más fuerte… más fuerte… más fuerte… más fuerte!
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