La principal inquietud del autor de este libro es situar a la criminología en un lugar preciso dentro del campo científico; para ello reinterpreta la antinomia modernidad-postmodernidad, central en la definición epistemológica de la disciplina, desde la perspectiva de nuestra situación periférica latinoamericana y busca propuestas capaces de consolidar la especificidad criminológica para ponerla al servicio de los dramáticos cambios sociales del presente.