Para empezar, podríamos escuchar a Wally. Habrá gente que te querrá vender lo que debería regalarse, pero, igual que decía él de la hierba sagrada, «no lo compres». Negarse a participar es una opción moral. El agua es un don que se nos ha entregado, no puede comprarse ni venderse. No la compres. Cuando la comida le haya sido arrancada a la tierra, agotando los suelos y envenenando al resto de las criaturas en nombre de la productividad, no la compres.