Desde hace unas décadas la filosofía vive hechizada bajo el encanto del giro lingüístico, que a la vez fue fruto de su propia evolución interna y fiel reflejo de la tendencia al verbalismo, que siempre ha sido uno de sus pecados capitales. En este ensayo se ofrece una nueva propuesta de la teoría de las proposiciones y de la teoría de las categorías, partiendo de dos ideas básicas. La primera de ellas es que toda proposición, sea del tipo que sea, se estructura en cuatro componentes: referencia, sentido, coloración y expresión. Partiendo de ello puede explicarse el funcionamiento del lenguaje de un modo mucho más sencillo del habitual, pero dando cuenta de todos sus posibles usos. Esta idea es indisociable de una nueva formulación de las categorías, partiendo de sus definiciones aristotélica y kantiana es decir, como bases de todo lo que se puede decir y de todo lo que se puede pensar a las que se estructura de un modo nuevo en los sistemas de categorías de la cantidad, de la ética, de la acción y de la expresión. El libro, siguiendo la tradición filosófica del análisis de las relaciones entre pensamiento y lenguaje, integra no solo las perspectivas lingüística y epistemológica, sino que también trata de incluir los resultados de la neurología, la psiquiatría y las ciencias sociales como instrumentos esenciales para la comprensión del pensamiento, el lenguaje y la conducta humanas.