En Madrid, la crisis de 2009 estalla con la misma fuerza que en todo el mundo, pero para los Montero, una familia acomodada, esa crisis se convierte en drama, al verse involucrado su hijo en la muerte de un indigente. Con el ritmo frenético de esos días en los mercados financieros, Albero traza, en Ya nada será igual, una suerte de thriller urbano que es también el retrato de una sociedad y de una época. Porque, en efecto, ya nada será igual para la familia Montero, pero tampoco para el resto de nosotros.