«Me cuesta salir de los comienzos, dice Rita, la narradora de Ningún lugar más que acá, salir de los comienzos implica que las cosas terminen. En ese tiempo suspendido entre empezar y no salir por miedo a los finales, va a habitar esta novela que recorre Buenos Aires, el territorio en el que vive hace dos años con su hermana, y Córdoba, el territorio familiar, al que vuelve porque su abuela está mal y en el que queda en pausa. La pausa del duelo, que titila y organiza este relato. La pregunta por la muerte y el funcionamiento de la familia atraviesa a Rita. ¿Qué pasa con las cosas cuando no se terminan? ¿Qué termina en Córdoba? ¿Qué empieza en Buenos Aires? Desde esa frontera se narra, y se vive. Con una prosa inteligente, que intenta ver todo lo que no se puede ver, la novela de Jazmín Carballo logra acceder a un plano de lo real, tan propio y tan común, en el que quedamos atrapados y del que, a diferencia de la narradora, no vamos a querer salir» (Cynthia Edul).