bookmate game
es
Books
Susanna Kaysen

Inocencia interrumpida

  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Despojadas, necesitábamos protección, y el hospital nos protegía. Por supuesto, nos había despojado en primer lugar, pero eso solo subrayaba su obligación de protegernos. Y el hospital cumplía con su obligación. Alguien de nuestras familias había tenido que pagar una buena cantidad de dinero por ello: sesenta dólares (de los dólares de 1967) al día solo por la habitación; la terapia, los medicamentos y las consultas eran adicionales.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    una manera extraña éramos libres. Habíamos llegado al final del camino. No teníamos nada más que perder. Nuestra privacidad, nuestra libertad, nuestra dignidad: todo esto lo habíamos perdido y nos había despojado de nosotras mismas hasta los huesos.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Estoy demasiado alterada!”, decíamos, y no teníamos que hablar con nadie.
    Mientras estuviéramos dispuestas a estar alteradas, no tendríamos que conseguir trabajo o ir a la escuela. Podíamos eludir todo, excepto comer y tomar la medicación.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    El hospital nos protegía de todo tipo de cosas. Le decíamos al personal que rechazara las llamadas telefónicas o las visitas de cualquier persona con la que no quisiéramos hablar, incluidos nuestros padres.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Aunque nos habían apartado del mundo y de todo el alboroto del que disfrutábamos allá afuera, también estábamos aisladas de las exigencias y expectativas que nos habían enloquecido. ¿Qué se podía esperar de nosotras ahora que estábamos encerradas en un manico
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Para muchas de nosotras, el hospital era tanto un refugio como una prisión.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Lo miramos; en la pantalla de nuestro televisor, un pequeño hombre oscuro encadenado, con lo único que siempre nos faltaría: credibilidad.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Lisa también estaba enfadada, pero por otra razón.
    —¿No ves la diferencia? —le gruñó a Cynthia—. Tienen que amordazarlo, porque tienen miedo de que la gente crea lo que dice.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    Era cierto que te ataban y te ponían algo en la boca cuando te hacían un electrochoque, para evitar que te mordieras la lengua en la convulsión.
  • nathalie171212has quoted2 days ago
    ¡Es lo que me hacen a mí! —gritó.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)