En la Hungría comunista de posguerra, el joven András descubrirá la fotografía, pasión que lo marcará profundamente. Obsesionado por mostrar lo invisible a través de lo visible, por redimir las cosas y a las personas, y fijarlas antes de su desaparición, András lo observa y lo conjura todo a través de su cámara Leica, artefacto que se convierte en una extensión de su ser. András lo observa y lo conjura todo a través de su cámara Leica, artefacto que se convierte en una extensión de su ser.
Pero el aprendizaje –de la vida, del arte— sólo acaba de empezar. Aún quedan todo el dolor y la belleza por delante. Aún debe conocer a Éva. Una obra memorable en la que Attila Bartis conjuga magistralmente la historia familiar con un recorrido por la convulsa historia europea del siglo XX.