El avance imparable del progreso ha traído consigo, junto a innumerables beneficios, una pandemia emocional que no conoce virus ni vacunas, que no aparece en los análisis ni en las radiografías, que no podemos medir y que no sabemos describir. Es una epidemia de nuevos trastornos mentales que han surgido o que, si ya existían, se han visto exacerbados por el malestar que la vida cotidiana actual nos procura con sus demandas, sus obligaciones y sus amenazas.
El palo y la zanahoria ¿es el paradigma de la adicción? ¿Se puede romper la ciberdependencia? ¿Qué significa ser bipolar? No recordar con frecuencia una palabra ¿es un síntoma? ¿Es lo mismo el impulso sexual que el deseo sexual? El fetichismo ¿es una perversión o un trastorno? ¿ También la esquizofrenia es una psicosis? ¿Cómo se mide la autoestima? ¿Qué es y qué no es la depresión? ¿Cómo sé que lo mío es una fobia y no miedo?