Porque conviene decir, en honra de Alberto, que todo lo que tenía de presumido lo tenía de caballero también, y si se preciaba de irresistible, era un muerto en la reserva, y no pregonaba jamás, ni aun en la mayor confianza, escritos ni nombres
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
No faltaba quien creyese que era cálculo hábil para aumentar con el misterio el realce de sus conquistas
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Seguro que has sufrido alguna leve enajenación. ¿Qué me dices de la página 223? ¿Podrías amar a un hombre que se pasea por ahí flotando en ropa interior? ¿Un hombre de aspecto… vaporoso
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Se ha apropiado de su sobrino para usarlo y amasarlo como un trozo de carne —prosiguió—, carne de vidente para todas esas mujeres histéricas que se piensan que usted es un gran hombre y no un estafador. ¿Un gran hombre? ¿Sin ningún respeto por la dignidad y la prudencia que impone la muerte
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Era valiente, honesto y tranquilo. Murió herido en un lugar extranjero, con el grado de sargento Harden, del 105.º batallón de infantería. Tuvo una vida tranquila y una muerte honorable. ¿Y usted qué ha hecho? —
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
—: ¿Qué ha hecho? ¡Lo ha convertido en el hazmerreír de todo el mundo! Lo ha devuelto a la vida como una criatura fabulosa, dedicada a enviar estúpidos mensajes sobre flores y pájaros y el número de empastes que George Washington tenía en la boca. Ha hecho
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Todas mujeres —dijo taciturno—. A ellas les gusta sentirse desgraciadas. Solo hay que pensar en mi novia. Iba a casarme con ella y tuve que dejarla. ¿Cómo cree que se habrá sentido al leer sobre mis correrías florales? ¿Qué cree que le habrán parecido mis danzas de aquí para allá rodeado de niños durante… durante toda la página 221? ¡Y, encima, sin ropa
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Para mis adentros, claro está, pensaba que podríamos llegar a algún tipo de acuerdo. Si era capaz de convencer a Cosgrove de que se esfumara durante unos cinco años a cambio de una suma razonable, quizá todo acabaría bien
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
De inmediato, me asaltó la visión de una larga cola de gente bajando por la calle Catorce, donde está la sede de mi editorial, hasta la calle Bowery; quinientas mil personas, cada una abrazada a su copia de La aristocracia del mundo espiritual y exigiendo la devolución de sus dos dólares y cincuenta centavos. Rápidamente, consideré la posibilidad de cambiar todos los nombres y pasar el libro de la colección de no ficción a la de ficción, pero era demasiado tarde incluso para eso. Trescientas mil copias ya estaban en manos del público americano
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Veo que está usted muy interesado… —observé en tono jovial. Cuando levantó la vista, había una expresión en su mirada que solo aparece en dos clases de hombres: los expertos en espiritismo y los que despotrican del espiritismo