La profesora de Arqueología Forense Ruth Galloway vive en una pequeña casa junto a una marisma en el condado de Norfolk. Se trata de un área remota donde se unen mar y tierra, considerada como un lugar sagrado por los hombres de la Edad de Hierro. Cuando la policía encuentra unos huesos en una zona de la marisma, el inspector Harry Nelson recurre a Ruth para que lo ayude, convencido de que se trata de los restos de una niña desaparecida diez años antes. Aunque esa posibilidad queda descartada, ya que los huesos pertenecen a una niña de la Edad de Hierro, Ruth continúa ayudando a Nelson para descubrir qué relación hay entre este caso y los rituales prehistóricos que tenían lugar en la marisma hace más de dos mil años.