Por eso, la relación de pareja, al alcanzar su punto culminante con el nacimiento del primer hijo, pierde algo de su intensidad y comienza a desarrollarse hacia la amplitud. La relación se enriquece, pero la unión estrecha disminuye, tiene que disminuir. Al comenzar una relación, algunos piensan que siempre permanecerán estrechamente unidos. Una relación, sin embargo, también es una parte del proceso de morir. Toda crisis en una relación se vive como un morir, y realmente es parte de nuestro morir. Se pierde algo de la unión estrecha y a otro nivel se da una nueva calidad en la relación. No es como antes, es más serena y desprendida, y más amplia también.