Estar «bajo el culo del sapo» equivale para los húngaros a nuestro vulgar «estar jodido». Y jodidos van a estar los húngaros Gyuri y Pataki en vísperas del año 1956. Hasta entonces las cosas no les habían ido del todo mal. Amigos inseparables desde 1944, cuando, aún jóvenes soldados, se dedicaban a saquear lo que los nazis no se habían llevado, viajan por toda la nación formando parte de un equipo de baloncesto con tres únicos objetivos: los placeres del sexo, la holgazanería y la subversión de las normas del estado comunista. En su desaforada picaresca conoceremos a una galería de personajes pintorescos, como Ladányi, el jesuita de apetito pantagruélico, el obrero Tamás, que duerme en la fábrica o en casa de sus conquistas, o Makkai, profesor de inglés y su maloliente inquilino. Pero, un buen día, las calles se llenan de gente alborotada: ¿será porque Hungría ha perdido un partido de fútbol o porque los tanques soviéticos van a volver a ocupar la ciudad?