Los fiordos son las heridas causadas por los glaciares, que pronto se cubrieron de agua de mar, creando profundos pasillos de hasta 250 km hacia el interior, y custodiados por paredes verticales de hasta 1.300 metros de altitud.
Aunque los cruceros son una de las modalidades más habituales, cada vez son más quienes se aventuran a moverse por libre u optan por viajes organizados que recorren los fiordos por carretera y en barcas locales. En esta guía damos todas las pautas y consejos para adentrarse y conocer esta maravilla de la naturaleza reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Aquí, la naturaleza habla con lenguaje propio, la impronta humana es insignificante y los monumentos, escasos. Entre ellos despuntan las iglesias de madera medievales, con una carga de misterio vikingo.