Tiene un registro agudo y sensible de las posibles ignorancias de sus interlocutores y siempre, con un tono humilde que da a entender que quien lo escucha no tiene por qué saber quiénes son Van Cleef o dónde queda Nantes o qué cosa es un tutti, pregunta: ¿sabés quién es, qué es, dónde queda? Y, en caso de que su interlocutor no sepa, su explicación es precisa, modesta y profundamente pedagógica, nunca humillante.