Trauma, miedo y amor

se sienten solas, no tienen pareja y anhelan una relación duradera

La verdadera sanación solo puede ocurrir cuando las manifestaciones somáticas se comprenden en relación con las experiencias vitales nocivas y con la forma de gestionarlas a nivel psíquico.

¿Qué es lo que no consigue superar? ¿Cuáles son las causas de ello?

Las señales de advertencia tienen la función de indicar una alteración con el fin de buscar qué la causa.

Los bebés de embarazos múltiples están conectados psíquicamente y pueden entrar en contacto entre ellos antes de nacer.

, a menudo las madres con partos de riesgo estaban traumatizadas, lo que les impide una relación segura con su cuerpo. Con frecuencia, no está muy claro si desean tener al bebé o no. A esta situación de tensión psicológica para la madre se añade la práctica de la obstetricia y del protocolo pediátrico que con frecuencia no tiene en consideración las necesidades psíquicas del bebé ni de la madre.

En algunas familias, ciertas enfermedades y sucesos se mantienen como un hilo conductor.

A menudo, se desconectan de sus propios sentimientos y tienen gran dificultad para reconocer que no pueden cambiar nada de su sufrimiento interior a través de sucesos exteriores como el matrimonio, la formación de una familia o los éxitos laborales. Tampoco comprenden por qué sus hijos se apartan de ellos, a pesar de haberles ofrecido tantas comodidades materiales gracias a su gran dedicación al trabajo.

Werner es hijo único. Sospecha que ya sentía miedo en el vientre materno. Había estado muy unido simbióticamente con su madre. Entre sus padres siempre hubo peleas. La madre pensó muchas veces en separarse, pero el padre la amenazaba con que los mataría a ella y a Werner si lo abandonaba. El padre de Werner aún vive; su madre ya murió y sufrió de demencia senil en sus últimos años de vida.

No solo tenía que temer por su propia vida, sino también por la vida de su madre cada vez que su padre se ponía agresivo. En estas circunstancias, es comprensible que la vida le dé miedo, por regla general