Los DERROTADOS posee elementos de novela histórica. Una parte de ella está dedicada a recrear desde diferentes perspectivas genéricas -la biografía novelada, la nota ensayística, el diario poético— la vida del naturalista y prócer de la independencia colombiana, Francisco José de Caldas. Otra parte da cuenta de los avatares de tres jóvenes: Pedro Cadavid, un joven escritor; Santiago Hernández, botánico; y Andrés Ramírez, fotógrafo. A través de estos personajes, Pablo Montoya traza, con una singular forma de narrar, la naturaleza de los conflictos armados que han sucedido en Colombia desde el siglo XVIII, en las postrimerías del virreinato de la Nueva Granada, hasta los inicios del siglo XXI.
En las páginas de esta novela quedan cifradas las claves de la poética de Montoya, así como sus obsesiones interdisciplinarias. Aún más, queda manifiesto un riguroso trabajo de investigación histórica que el escritor hilvana a la memoria de los días de juventud de su generación, una generación seducida por los movimientos revolucionarios de finales de la década de los setenta, con el posterior desencanto que la realidad impuso a estas ilusiones efímeras y delicadas como una orquídea que brota en silencio en la selva oscura de la violencia.