Ilíada

luminoso astro del que muchas chispas salen despedidas,

y tú de todos los inmortales eres soberano.

Agamenón, soberano de hombres:

Que al primero de los dos pueblos que viole los juramentos
300le fluyan a tierra, igual que este vino, los sesos propios
y los de sus hijos, y que sus esposas sean sometidas a extraños.»

Ulises,
que se crió en el país de Ítaca, aunque es muy pedregosa.
Es experto en toda clase de engaños y sagaces artimañas

Tras hablar así, la diosa le infundió el dulce deseo
140de su anterior marido, de su ciudad y de sus progenitores.

su vez, Iris llegó como mensajera ante Helena, de blancos brazos

No te socorrerán ni la cítara ni los dones de Afrodita,
55ni la melena ni la galanura, cuando te revuelques en el polvo.
Mas los tr

Incluso eso habría preferido —y mucho más habría valido—,

«¡Oídme, amigos! El divino Ensueño me ha venido en sueños
durante la inmortal noche; sobre todo a Néstor, de casta de Zeus,
en aspecto, talla y naturaleza muy de cerca se parecía.
Se ha detenido