El autor ofrece una visión amplia y detallada de la evolución del cine en la región Caribe. En su viaje por la historia del cine en la región hay momentos insoslayables como la importación, en 1897, del vitascopio, o la exhibición en Ciénaga, en 1924, de Aura o las violetas. Década a década, durante más de un siglo, el autor rastrea y aporta información valiosa para comprender las audacias y los esfuerzos de quienes han tratado de encontrar un sentido y un lugar para la industria del cine en esta parte del país. El libro es un texto imprescindible, sobre todo para quienes estén interesados en conocer la lenta y segura evolución del cine en la costa Caribe de Colombia.