En un mundo donde todas las potencialidades se están dando a la vez, elegir las deseadas, es crucial, y es ahí donde la meditación tiene mucho que decir.
Un experimento en neurología demostró que el cerebro no distingue entre realidad o ilusión, que se activan las mismas zonas cuando hacemos algo, que cuando sentimos estar haciéndolo. Desde entonces, trabajar con la fantasía, en lo sutil para crear en lo físico, deja de ser una quimera para convertirse en un hecho.
¡Pero no basta con saberlo! La vida se conquista a través de acciones aun cuando se decidieran acometer desde la ilusión. Y la meditación activa, es sin duda la mejor herramienta existente para trabajar desde ese plano.
Solo unos pocos privilegiados en todo el planeta pudieron ir al Tíbet en busca de respuestas, y permanecer allí el tiempo necesario para impregnarse de ello. Realizaron un retiro o viaje espiritual con el que descubrir y llenar sus vacíos. Ahora se pone al alcance de cualquiera esa agua para quien guste beber.
Éste peregrinaje interno (sin que para ello hayas de dejar tu vida, pagar, caminar…), está diseñado para llegar al autoconocimiento, autocontrol, empoderamiento, descubrimiento de tu misión de vida, y mucho, muchísimo más.
Todos tenemos una imagen hecha de ese mundo ideal donde nos gustaría vivir. ¿Cuál es el tuyo? Aquí descubrirás cómo comenzar a construirlo dentro. La meditación activa convierte cada acontecimiento de la vida en un acto sagrado. De ese modo, se llega a experimentar el sentimiento de plenitud, dejando el de carencia o sensación de vacío provocado por la insatisfacción de los placeres materiales.
¿Te gustaría bajar el Cielo a la Tierra? Solo hay que ingresar en el presente para intensificar la vida, ahuyentar el sufrimiento, de manera que se modifique nuestra perspectiva y con ella el exterior.