Hay, en los cuentos de Enrigue, una dialéctica constante entre lo salvaje y lo doméstico. En este relato añoramos lo salvaje que llevamos dentro, que nos lleva al sexo, que a su vez es la salvación. Forma parte del libro de relatos “Hipotermia”.
Alcanzar a través del cuerpo un desplazamiento fuera del cuerpo, transustanciarse en un revoltijo mortal de secreciones para olvidarse del otro y de uno mismo, ser pura superficie: el olor que despedimos, los aceites que nos lubrican, la piel que nos protege. Estar como una suma sin nombres de músculo y grasa. Si el destino de Dios era hacerse carne, el nuestro es salir de ella por ella. Sentir placer es sustituir al cuerpo por la sensación del cuerpo:
Ahora todo en dedanshas quoted7 years ago
Venirse fue radiografiar el mundo, terminar con sus opacidades por unos segundos y hacerlo transparente como una gota de saliva en la que estuviera contenido el dibujo del universo que Dios no le enseña a nadie.
Ahora todo en dedanshas quoted7 years ago
Sigue oliendo a una fruta prehistórica almacenada en mi memoria de Neardental, que es la que más uso.