La obra de Berta García Faet se ha convertido en una de las referencias inexcusables de la nueva poesía española: por su trabajo con el lenguaje, que tiende un puente entre las dos orillas del idioma, y también por su escritura —en cierto modo reescritura— de aspectos como el amor y el deseo, el cuerpo, la propia identidad o la metaliteratura. Corazón tradicionalista reúne los cuatro primeros libros de la autora: Manojo de abominaciones (XVI Premio de Poesía “Ana de Valle”; 2008), Night club para alumnas aplicadas (VII Premio Nacional de Poesía “Ciega de Manzanares”; 2009), Introducción a todo (IV Premio de Poesía Joven “Pablo García Baena”; 2011) y Fresa y herida (Premio Nacional de Poesía “Antonio González de Lama” 2010; 2011). Un solo volumen en el que se demuestra con cuánta intensidad latían ya, en sus poemarios iniciales, esas preocupaciones que ahora nos deslumbran.
Una de las voces más firmes de la poesía española de hogaño. (Martín López-Vega, El Cultural)
Pese a su juventud, Berta García Faet se ha consolidado como una de las voces que cuentan en el relato de la poesía española reciente. (…) Necesitamos que alguien nos recuerde que los auténticos obreros del verso son trabajadores de riesgo. Por eso nos hace falta Berta García Faet. (Luis Bagué Quílez, Babelia)
Como un ABC poético en este comienzo sobrescrito del siglo, Berta García Faet nos enseña el solfeo verbal más actual: leemos, recontamos, dramatizamos en el gran teatro del poema, por una vez tomado por la clara gracia de una voz que nos retorna, a manos llenas, el don de la palabra. (Julio Ortega, El Boomeran)