La palabra “clientelismo” evoca de inmediato imágenes negativas, a tal punto que el discurso político y mediático la ha convertido en símbolo de uno de los principales males que la democracia moderna debe erradicar. Sin embargo, como muestra este libro, se trata de un fenómeno político y social de larga data, complejo y heterogéneo, un concepto indispensable para comprender cómo juegan las relaciones interpersonales en las diferentes escalas de poder.
Conscientes del peso de ese término, que funciona como categoría analítica y como etiqueta de descalificación moral, Gabriel Vommaro y Hélène Combes elaboran una imprescindible obra de síntesis para desbrozar el camino. Cuestionando y matizando con maestría las visiones dominantes –que entienden el fenómeno exclusivamente como la manipulación de los sectores populares por parte de las élites–, trazan el recorrido histórico y geográfico del concepto y describen a los actores de esas relaciones en que intervienen formas de reciprocidad e intercambio. Explican, además, su sentido y su alcance en Europa y en América Latina, y exponen la reconfiguración del clientelismo a partir del activismo de organismos internacionales que bregan por erradicarlo en pos de una declamada transparencia de lo social.
Más allá de los prejuicios estigmatizadores, los autores revelan la variedad de los vínculos políticos y ofrecen claves para futuras indagaciones, que incluyan a otras clases sociales y abran el enfoque a las evaluaciones de los propios actores. Así, desde una perspectiva crítica y comparativa, cumplen con el desafío de devolverle densidad y riqueza a una categoría que, tanto en el debate público como en el mundo académico, suele quedar reducida a la “compra de votos”, el cálculo racional o la necesidad.