Se trata de Puduhepa, esposa del rey Hattusili III, con quien compartió el poder en igualdad de condiciones. Hija de un sacerdote dedicado a una divinidad femenina, Puduhepa tuvo un papel destacado como sacerdotisa y gobernadora. Su nombre aparece en la correspondencia con el faraón egipcio Ramsés II, con quien negoció el matrimonio de una de sus hijas. Puduhepa tenía su propio sello e impartía justicia, demostrando una importancia inusitada en los reinos vecinos.
La pareja formada por Hattusili y Puduhepa es el fiel reflejo de las estructuras religiosas de los hititas, formadas por dualidades divinas, dioses y diosas unidos e iguales. Una igualdad que encontramos también en el código de leyes hititas, en cuyos fragmentos que se han conservado descubrimos que las mujeres eran consideradas iguales a los hombres ante la ley