Resultado de su experiencia de “proletarización” en las fábricas Alsthom y Renault durante los años 1934/35, este libro reúne los escritos políticos y filosóficos de Simone Weil sobre la cuestión obrera. En un marco de reflexión más amplio que el trazado por las filosofías del trabajo que la precedieron, Simone Weil considera que es posible hacer la experiencia de una actividad metódica, provista de significación espiritual, en la esfera del trabajo socialmente necesario. Tal es su originalidad con respecto a Marx, que concebía a la vez como una necesidad histórica y como un fin deseable, una humanidad que se emancipara del trabajo y no solamente en el trabajo. Simone Weil es sin duda quien ha llevado más lejos la reflexión filosófica y espiritual sobre las condiciones más favorables, en la organización del trabajo, para las más elevadas operaciones del espíritu, ya sean discursivas o intuitivas. Si su pensamiento sobre el lugar de trabajo es invalorable, es porque ninguna filosofía antes de ella había concedido una primacía tal a la actividad laboral, al punto que una vez realizada en la sociedad la forma metódica y no servil de esta actividad, sus leyes y sus virtudes podrían ser traspuestas al dominio político y al dominio espiritual.