¿No se ofenderán si les digo a la cara que son ustedes ridículos? Aunque así sea, no por eso dejan de ser ustedes un buen material. Sepan que, en mi opinión, a veces es bueno ser ridículos, incluso es preferible: así es más fácil perdonarse, más fácil reconciliarse; no siempre se entiende todo a la primera, ¡de entrada no se alcanza la perfección! ¡Para alcanzar la perfección, se empieza antes por no entender muchas cosas! Lo que se entiende demasiado pronto posiblemente no se entiende bien. Se lo digo a ustedes, que han sido ya capaces de entender tantas cosas y… de no entender muchas otras. Ahora no les tengo miedo; ¿no irán a enfadarse por que un chiquillo les diga estas cosas?