Un hombre poseído por el demonio del tacto y, a la vez, incansable coleccionista de aventuras eróticas (le acompaña una envidiada reputación de Don Juan) se encuentra por sorpresa con la presencia de su amante más reciente en la casa familiar. Lo disparatado de la situación, la cantidad de peripecias insólitas que provoca y la brillantez de la prosa y los diálogos nos transportan a un fascinante mundo, irónico y sensual, en el que los sentimientos se mezclan con el estupor y la sonrisa.