Una audaz y desternillante fábula sobre el silencio, la pérdida de identidad y la dolorosa verdad de que, al final del día, nunca nadie termina por comprendernos.
Esta es la historia de un hombre que poco a poco descubre que no se entiende lo que dice. No importa cuánto insista: no se le entiende y a veces ni él mismo consigue comprenderse. No es que de pronto haya enmudecido y esté condenado al más absoluto silencio: algo dice, pero a duras penas. Tampoco es que esté enfermo, aunque vaya que se está quedando patológicamente solo. Expulsado de su propia vida, privado de casi todo contacto con los demás y reducido a una serie de precisas y absurdas rutinas, observa su vida diluirse en una ciudad en la que, además de todo, jamás podrá verse una aurora boreal.
Estamos ante una de las novelas más excéntricas y desternillantes de la última narrativa mexicana. Al revés de su afónico protagonista, esta obra habla y dice mucho. Escrita a punta de desvaríos y digresiones, en frases rizomáticas que van y vienen y atinan siempre, Tromsø se concentra en la vida minúscula de un pobre hombre para entregarnos algo de veras grande: una cómica y terrible fábula sobre la soledad, la pérdida de identidad y la dolorosa verdad de que, al final del día, nunca nadie termina de comunicarse plenamente con los otros.
«Una prosa que, venturosamente, llega siempre a un lugar insospechado entre el chispazo de una idea y su fijación.»
Víctor Cabrera