Si a comienzos de la transición política a la democracia un historiador de la escuela conservadora pudo calificar como “inexistentes” a los mapuche y como “ficticio” al conflicto que ellos mantienen con el Estado, se debía, entre otras cosas, a que el gran muro levantado por la elite republicana ante la historia y la cultura mapuche aún permanecía firme y de pie en la cultura chilena.
En ese contexto, la publicación de Recado confidencial a los chilenos estableció un hito literario y ético-político de honda raíz y de incuestionable potencia. Su autor acometía la lúcida tarea de hablarles a los chilenos de carne y hueso -especialmente a los niños, a los hombres y a las mujeres que han sido también excluidos de la historia oficial— sobre la tradición, sobre el concepto de dualidad presente en toda la cosmovisión mapuche, y sobre el de dignidad, presente en las luchas de su pueblo.
Tras su publicación en 1999, Recado confidencial a los chilenos generó un enorme impacto a nivel de la cultura nacional, lo que se ratificó al año siguiente, con el Premio a la Mejor obra literaria, en la categoría Ensayo, otorgado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Sin duda, un libro que trazó miles de caminos.