Los resultados de los estudios analizados en este libro muestran contundentemente que las personas no se comportan como Homo economicus. En cada uno de los capítulos observamos que las personas no son completamente egoístas, pero tampoco dan todo por sus semejantes. La realidad se encuentra en un punto medio. Es importante porque políticas públicas que sólo atiendan a un tipo de individuo por construcción dejan a otro sin efecto. El análisis mostrado en este libro se encuentra en la frontera del conocimiento económico. Aquí se discuten los estudios recientes de científicos sociales, no sólo economistas, que han sido fundamentales para cambiar el paradigma de que las personas son racionales y egoístas; por el contrario, tienen preferencias sociales.