Él la mira como se mira a un monstruo y abandona la habitación. Paulina sabe que es inútil tratar de explicarle y se recuesta en la cama. Se acuerda cuando se enteró del embarazo, cuando decidió tenerlo; se acuerda cómo se propuso que todo fuera diferente esta vez. Se dijo entonces que sería su oportunidad para empezar de nuevo, para hacer todo bien desde el principio, para sentir la maternidad no como una vergüenza, una carga o la consecuencia de una estafa, sino de ese modo dulce y sereno que se ve en las películas, para sentir y dar todo el amor que se supone que las madres deben tener por sus hijos. Y llegó a creer que realmente podría dejar todo atrás, que su vida después del parto sería tan nueva como la de la criatur