Conocido desde la Antigüedad, el olivo ha tenido siempre una enorme importancia entre los pueblos mediterráneos ya que lo consideraban como algo sagrado: el aceite obtenido de sus frutos era utilizado no sólo como alimento sino también con finalidades religiosas, terapéuticas, además de ser empleado como cosmético y combustible.
El olivo, una planta caracterizada por su gran rusticidad, se adapta a muchos medios de clima templado, donde vive mucho tiempo, tal y como se puede comprobar a través de algunos espléndidos ejemplares centenarios que salpican el paisaje mediterráneo. Por el valor ornamental de su inconfundible copa argéntea y su tronco retorcido siempre ha sido muy apreciado en los jardines.
Más allá de su valor decorativo, la importancia fundamental del olivo se atribuye al descubrimiento de los beneficios aportados por el aceite obtenido de su fruto, que caracteriza la denominada dieta mediterránea. El aceite de oliva es rico en componentes saludables, presentados en proporciones adecuadas, que lo hacen fácilmente digerible y que retrasan el envejecimiento celular y la formación de colesterol; además, favorece el desarrollo cerebral.
En esta obra encontrará información sobre las variedades, técnicas de cultivo, enfermedades y parásitos, técnicas de poda, recolección y conservación de las aceitunas, producción, consejos para la correcta degustación y selección del aceite en el caso de que no se tenga la posibilidad de producirlo uno mismo.