El libro corresponde a una serie de estudios sobre el fenómeno de la santidad en el Virreinato peruano. A partir de casos concretos se analiza el concepto de santidad de la época, la imagen que los fieles tenían del santo y los factores que influían a la hora de oficializar la canonización de una persona. Dado que la fama de santidad podía generar muchos beneficios a quien la disfrutaba, no faltaron quienes pretendieron pasar por santos. En el libro se analizan algunos casos de ese tipo, que la Inquisición desenmascaró. Por último, se estudian dos situaciones que en la época se consideraron posesiones demoníacas. Estos fenómenos tienen una relación con la búsqueda de la perfección espiritual y la santidad. Por lo general involucraron a personas que se suponía gozaban de dones sobrenaturales. El demonio habría acosado de manera más intensa a quienes estaban más cerca de Dios. La posesión demoníaca que afectó a las monjas de Santa Clara de Trujillo es única en América y muy similar a las que se produjeron por la misma época en diversos conventos de la Europa mediterránea.