Primero, el comunista es capaz de anticipar la etapa siguiente. Dado un estado del movimiento obrero general, es capaz de representarse una figura de orientación de este estado general hacia una etapa posterior. En el vocabulario que introduje, es capaz de hacer pasar del discernimiento actual de la situación a las consecuencias futuras, las cuales serán necesarias si queremos que todo esto efectivamente represente el movimiento de una política comunista.
Segundo, el comunista hace prevalecer lo global sobre lo local. En concreto, esto significa que es centralmente internacionalista. Incluso en las condiciones particulares de la transición organizada, nunca olvidará que los intereses del conjunto deben prevalecer sobre los intereses locales o particulares.
Por último, la tercera característica del comunista es su obstinación. Esto significa que no confunde los intereses generales del movimiento con tal o cual peripecia. Básicamente, quiere decir que no cede cuando hay un tropiezo. Va más allá.