Las dotes de gran observador de Galdós se conjugan en esta novela con su vigorosa capacidad para crear una ficción donde todo lo planteado va creciendo a partir de los personajes y de las acciones mismas. Misericordia nos traslada a la vida y los escenarios de los estratos más bajos del Madrid de entonces, en contraste con esa clase social acomodada pero venida a menos tan característica de la época.